Jeison López, el medallista olímpico de pesas que sigue cumpliendo sueños
noviembre 4, 2024Por Marco Antonio Garcés
Redacción Colombia Tierra de Campeones
Insistir, persistir y no desistir. Esos tres verbos los aplica muy bien el colombiano Jeison López, el portentoso medallista de plata olímpico de pesas en la división de 89 kilogramos, que desde muy niño demostró que contaba con las condiciones necesarias para triunfar en un deporte que echó raíces en el Valle del Cauca para producir los más grandes exponentes de la halterofilia -varios de ellos con éxito en Olimpiadas-, guiados por excelentes entrenadores.
Desde su institución educativa, INEM de Cali, ubicada en el barrio Flora Industrial, Jeison mostró que estaba hecho de madera fina. Allí llegó después de sufrir desplazamiento forzado con su familia en su natal Istmina (Chocó). Fue adoptado donde una tía junto a su hermano mayor y empezó a dar frutos en el deporte a los 12 años de edad, con la orientación del profesor de Educación Física, Néstor Mantilla, y luego con el entrenador de la Liga del Valle, Jaiber Manjarrés.
Doña María Julia, su mamá, cuenta que “en el Chocó teníamos nuestra finca y otras cosas que me reservo, después de tener todo y llegar acá sin nada, pero ahí están las recompensas de Dios, que siempre está presente. En ese tiempo llegamos a una casa que nos acogió, no estaban tan bien, pero nos recibieron, dormíamos prácticamente uno encima de otro”.
Ella recuerda la forma en que se ganaba la vida, vendiendo mazorca asada, y luego compró una chacita para ofrecer dulces en la calle. Le ayudaban sus hijas mayores hasta que consiguieron trabajo, y luego la acompañaba el pequeño Jeison. Afortunadamente, don Lucreciano pudo emplearse y la situación mejoró posteriormente.
La recomendación de su primo Wílmer Torres, conocido en las pesas como ‘Muñeco’ y con buenos resultados a nivel nacional e internacional, tuvo eco. Alguna vez, finalizando 2011, lo acompañó a un entrenamiento en el coliseo de la Unidad Deportiva Panamericana y a Jeison le gustó. Quería ser fuerte como ‘Gokú’, el protagonista de la serie Dragon Ball, su personaje favorito.
Y aunque era bajito, su fuerza empezó a notarse en medio del sacrificio y de rivales mucho más experimentados. Así se volvió costumbre que cada día tomara un bus de ida y regreso entre su casa en el barrio Guaduales y su destino en las tradicionales canchas Panamericanas de Cali. Muchas veces también directamente desde el INEM, lo que representaba un gran esfuerzo que el joven estaba dispuesto a hacer.
Wílmer (foto siguiente) confiesa que “los comienzos de Jeison fueron agradables, muy llenos de risa porque él nunca desfallecía en la intención y ganas de querer ser un pesista reconocido, campeón del mundo. Poco a poco lo fue logrando y después se pudo consolidar”.
Agrega que “Jeison me acompañaba al coliseo, como yo sabía cómo es el proceso de no saltarse las etapas, me tocaba detenerlo de vez en cuando porque se aceleraba mucho, quería ya levantar, levantar y levantar, y eso es un compendio de preparación física, estiramiento, otros trabajos de coordinación y propiocepción que se hace con los profesionales en deporte”.
Rápidamente se convirtió en campeón departamental, nacional y panamericano, con títulos y récords mundiales en Tokio, Malasia y Guatemala. Tanto así que en 2016 recibió el galardón como mejor deportista Acord Valle del Valle del Cauca y Deportista del Año El Espectador.1
Todo iba bien, de forma vertiginosa, pero un resultado adverso de boldenona en el Panamericano de Miami 2017, donde había obtenido tres medallas de oro, provocó que recibiera una sanción de 4 años. Fue un golpe durísimo para él y los suyos, al punto que le generó una fuerte depresión. No obstante, volvió a sacar las fuerzas que usualmente usa en la palanqueta y en ese lapso de tiempo salió favorecido con la elección en el reality de Caracol Televisión, El Desafío, en el que Colombia conoció su rótulo de ‘Gokú’.
Pasado el tiempo, ya en la categoría mayores, regresó en busca de una revancha y poder alcanzar sus sueños, pese a que no pudo clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio-2021.
Torres asegura que estaba confiado en que su primo algún día lo iba a superar: “Siempre lo supe, por su condición física y mental, ya que la ha tenido habitualmente arriba, nunca lo dudé. Él tiene un talento innato, es de esos pocos atletas que no requieren de ayudas ergogénicas porque sus condiciones físicas lo complementan todo, su fenotipo, biotipo y las ganas. Esa medalla de plata la recibí de la mejor manera, fue como el premio del deber cumplido”.
Al ganar la medalla de plata, tanto la Alcaldía de Cali como la Gobernación del Valle le prometieron vivienda para él y su familia. La primera se hizo efectiva con un apartamento en el pujante sector de Bochalema, donde Cali se extiende para unirse al municipio de Jamundí.
Ese día, el alcalde Alejandro Eder llegó con parte de su equipo de Comunicaciones y el secretario del Deporte y la Recreación, Felipe Montoya, para hacerlo realidad con un bonito apartamento, totalmente terminado, ubicado en el tercer piso del bloque cercano a la portería.
Tras subir las gradas hasta su nueva vivienda, López dijo: “Encantado con ese apartamento que me acaban de dar. Créame que difícilmente uno aquí en Colombia ve un detalle tan grande como ese, entonces agradecido con el Alcalde, primero, y con la Constructora Bolívar, porque fue la que hizo posible que se arreglara el apartamento y se entregara en óptimas condiciones”.
De igual forma, con lágrimas, su padre, Lucreciano López, sostuvo: “Agradezco a Dios habernos premiado con una medalla de plata para mi hijo y para el departamento del Valle del Cauca, que nos acogió con los brazos abiertos; al Chocó, el departamento en que nacimos, es un sueño enorme, estoy agradecido con la Alcaldía de Cali y con el señor Alcalde”.
A su vez, doña Julia, visiblemente emocionada, agregó que “en este momento pagamos arriendo y ahora nos trasladaremos a nuestro apartamento. Recibí ese anuncio con mucha alegría, con mucha emoción, la verdad me hacía falta, lo necesitábamos, gracias al alcalde Eder y a Dios, a toda la Alcaldía de Cali en unión con la Constructora Bolívar. La casa de Floralia era arrendada y ahora nos trasladaremos. Gracias a Dios logro lo que tanto había querido después de tantos años”.
Pero no fueron los únicos premios. Después de los Juegos Olímpicos de París también nacieron sus mellizos: Ari (niña) y Arser (niño), de su relación con la también pesista Hellen Escobar, una palmirana que también tiene pendiente el sueño olímpico.
Jeison confiesa que ha sido una temporada de grandes bendiciones: “Sí, ha sido un año maravilloso para mí y espero cerrar con broche de oro en ese Mundial que viene ahora en diciembre, pues la idea es llegar en óptimas condiciones y poder cerrar un año maravilloso.
¿Qué sueños tenía cuando se fue a París a los Olímpicos? Me fui con una maleta llena de sueños. Sabía que iba a ser difícil estar tanto tiempo por fuera, alejado de mi familia, pero sabía que podía conseguir cosas muy grandes. Y dentro de esas estaba conseguir la vivienda para mí y para mi mamá. Gracias a Dios ya se ha materializado una de ellas, que es el apartamento, y falta que se entregue la que la gobernadora Dilian Francisca Toro prometió.
Nacieron mis niños y agradecido con Dios porque llegaron sanitos, el trabajo siempre premia y eso es lo importante, agradecido con la vida también por permitirme hacer una familia con la mujer que amo, hacer una familia con la mujer que llevo tanto tiempo. Entonces, como dicen por ahí, difícilmente en estos tiempos uno consigue una persona que ame y quiera estar el resto de su vida con ella y pues gracias a Dios yo cuento con una mujer que me apoya, que es muy inteligente, encantado por eso y agradecido con Dios por permitirme vivir esto tan bonito”.
¿Qué consejo les da a los jóvenes que vienen atrás?
“Sin importar la situación que estén pasando, tienen que ser resilientes, la disciplina siempre premia. Cali para mí es maravillosa, el mejor vividero del mundo, la Sucursal del Cielo.
Se sintió maravilloso, muchas sensaciones encontradas, por un lado, el sueño del trabajo, de Hellen siempre he tenido un apoyo incondicional. Ahora viene una preparación fuerte para el Mundial de Bahrein, y el próximo año iniciar el ciclo olímpico a Los Ángeles 2028.
Junto al medallista olímpico estaba Hellen, la madre de sus dos mellizos. “Me siento muy orgullosa de él. Siempre, toda la vida, he conocido toda su historia y he visto lo mucho que se ha esforzado. Entonces, ya, como yo le decía a él, era el momento que Dios restituyera todos sus sueños y todo lo que él quería, él se merece todo lo que le está pasando. Soy feliz de poder estar en la vida de él y presenciar también sus buenos momentos”.
Acerca del tempo que llevan compartiendo sus vidas, dice que “Estamos juntos por el deporte hace nueve años, Dios, ha sido muy bueno con nosotros, hemos hecho muchas cosas juntos, hemos pasado momentos muy duros y otros muy bonitos, como los que estamos viviendo en este momento. Amo a Jeison con todo mi corazón, estoy orgullosa de él y feliz de poder conformar una familia a su lado”.
De los momentos difíciles superados, afirma que “las lesiones, sanciones, situaciones familiares, personales, emocionales y deportivas. Los bebés llegaron para unirnos muchísimo más. Y para traer muchísimas bendiciones también”.
Hoy, con 25 años recién celebrados, Jeison ha logrado varios de sus objetivos: “Este sueño se ha cumplido, pero no dejaré de trabajar, lo duro no es llegar, sino mantenerse. Hay que seguir trabajando, mientras el cuerpo me lo permita, aquí estaré. Orgullosamente puedo decir que vendí dulces en una chacita para costear mis pasajes hacia el entreno, muchas veces me tocó llegar a pie porque no vendía nada. Cada momento difícil que pasé se está viendo reflejado aquí, nunca desistí, perseveré en los instantes difíciles. Siempre hay que tener presente lo que uno quiere en la vida, mi gran sueño era ser medallista olímpico y gracias a Dios lo conseguí”.
- Felipe Montoya, secretario del Deporte; Jeison y el Gerente de Constructora Bolívar. ↩︎