‘El Gordo’ Quintero se fue a narrar al cielo con sus ‘Chispazos del Ciclismo’

Por Marco Antonio Garcés-Editor general Colombia Tierra de Campeones

Fotos: Cortesía Ulrich Quintero

No es fácil escribir en medio de tanta tristeza, pero vuelvo a intentarlo, ya cayendo la noche…

Corría el año de 1995 y este servidor quería incursionar en el periodismo deportivo, después de acostumbrarme a narrar con un palito doblado de árbol los partidos de fútbol en la galería de mi barrio natal, Alfonso López III etapa.

No recuerdo bien quién nos presentó, pero Hernando ‘El Gordo’ Quintero me invitó a las transmisiones que hacía de un torneo nacional infantil que se realizaba en la cancha del polideportivo de Los Álamos con equipos de diferentes ciudades, incluidas de la costa Caribe. Con su tono siempre arriba y su vozarrón llamaba la atención de quienes estaban a un lado del escenario y cantaba los goles con un estilo inconfundible, dándome paso para comentar cada jugada.

Así empezó una amistad de casi 26 años, que luego se trasladó a las competencias de ciclismo, de pista y ruta, donde dejaba constancia de su gran conocimiento para formar talentos, como promotor en la Comuna 7 trabajando para la Secretaría de Deporte, lo mismo que en el Club Águilas, del que han salido figuras como Oriana Saavedra, quien este viernes 7 de enero tiene el corazón hecho pedazos.

Hernando estuvo varios días en la UCI del Hospital San Juan de Dios por unos inconvenientes respiratorios que derivaron en Covid-19, el cual había superado, pero una bacteria se alojó en su cuerpo y llevó a que un paro cardiorrespiratorio acabara con su vida en la madrugada de este viernes 7, apagando la chispa de un hombre que se entregó al deporte, especialmente al de la bielas.

No habría otra forma de explicar por qué dos de sus hijos se llaman Bernard y Ulrich, ambos ex ciclistas, o por qué la niña de sus ojos, como conocimos muy jovencita a Johana, hizo dos modalidades del pedalismo -a todos les hice notas para El País- , y era su compañera de emisión en ‘Chispazos del Ciclismo’, el programa que dejaba a sus oyentes enterados de la actualidad y grandes anécdotas de este deporte.

Hernando no tenía problema en iniciar una transmisión en vivo en su celular desde el Velódromo Alcides Nieto Patiño, en los exteriores del estadio del Deportivo Cali o en cualquier calle. La narración fue otra de sus grandes pasiones y las noches eran especiales con sus ‘Chispazos’, tanto que hacía preguntas y las llamadas eran interminables.

Fueron muchas, pero la última vez que tertuliamos fue en la primera semana de diciembre del año pasado, en un descanso de tres horas en el velódromo para que los ciclistas congregados en el PAD de Pista se devolvieran al Hotel Dann Carlton a almorzar. Ese día, al lado de mi colega Carlos Tabares devolvió el ‘cassette’ para hablar de los cientos de ciclistas que vio en su larga carrera, pero especialmente del amor que le tenía a doña Elizabeth, su compañera de mil batallas, y a sus hijos, con quienes compartía salidas a otras ciudades cada que podía.

Hernando partió a la casa del Señor, pero el consenso entre familiares y amigos es que a pesar de la tristeza que nos embarga por su partida no deben haber lágrimas, hay que recordarlo con alegría, la misma que él siempre llevó en sus 67 años de vida.

Debe conservarse ese legado de la Microvuelta al Valle que doña Elizabeth, su esposa, y sus herederos, aprendieron a organizar junto a él. Se había puesto feliz porque la Federación Colombiana de Ciclismo la incluyó en su programación nacional y este año está para junio. Y que en su honor no falten los patrocinadores para que sigan apareciendo nuevos talentos del pedal en todo el país.

«La Gran Microvuelta al Valle», recordó doña Elizabeth durante la velación en el Salón 2 Presidencia de la Funeraria Los Olivos de la Avenida Pasoancho, que le había dicho ‘El Gordo’ lleno de felicidad a mediados de diciembre, cuando conoció que la carrera quedaba oficialmente federada.

Hernando te nos adelantaste en la curva, pero sí que nos dejaste enseñanzas. Estamos seguros que Dios te recibirá en su Santo Reino, fuiste el ídolo de tus hijos y una gran generación de ciclistas que seguirá sacando la cara por Cali y por el Valle del Cauca, ese departamento que hoy está manos de una de tus grandes admiradoras como la gobernadora Clara Luz Roldán.

Entre cientos de mensajes de condolencia, dejamos estos de Indervalle y la Secretaría de Deporte:

La Alcaldía de Santiago de Cali y la Secretaría de Deporte y Recreación lamentan profundamente el fallecimiento del entrenador de ciclismo y narrador Hernando Quintero Quintero, acaecida este viernes en la capital vallecaucana.

‘El Gordo’, como era conocido en el país, estuvo durante 53 de sus 67 años de vida vinculado al ciclismo, primero como deportista y luego en la detección y formación de talentos.

Durante varios años ejerció como promotor de este deporte en la Comuna 7, dejando una larga lista de prospectos que en poco tiempo representaron a Cali y el Valle del Cauca. También le dio vida al Club Águilas, que cumplió 20 años al servicio de los nuevos pedalistas.

Su voz siempre alegre y en tono alto se escuchó durante los últimos años en ‘Chispazos del Ciclismo’, el programa que escuchaban diariamente miles de aficionados para conocer la actualidad de deporte de las bielas, así como escuchar emotivas anécdotas durante tantos años de vivencias.

De igual forma, fue el creador de la Gran Microvuelta al Valle, que cada año reúne a cientos de talentos niños y jóvenes que buscan la gloria, y precisamente desde 2022 quedó en la programación nacional como carrera federada.

Carlos Diago, secretario de Deporte y Recreación, ofrece condolencias a su esposa, Elizabeth Mosquera; a sus hijos: Diego, Paola, Bernard, Johanna y Ulrich, así como a sus nietos Sofía, José Hernando y Taliana. Que Dios Todopoderoso lo reciba en su Santo Reino.