Diana Castillo, la triatleta de hierro que levantó sus brazos para un título soñado
noviembre 26, 2019Unidad de Comunicaciones Indervalle
Con una alta temperatura como ingrediente especial, junto a un mar reluciente y con la motivación que cargaban cientos de deportistas, empezaron las competencias del triatlón en estos Juegos Nacionales Bolívar 2019.
Con la prueba standard en femenino y masculino, el Valle del Cauca comenzó a su vez la cosecha de medallas en este deporte. La primera de ellas llegó por intermedio de Diana Castillo, quien, de forma sólida, contundente y con la fuerza que la caracteriza, se colgó la presea dorada tras un tiempo de 2:04,44 horas, dejando en el segundo lugar a Lina Raga, del Quindío, y tercera a Maira Vargas, de Caldas.
Posteriormente llegó la medalla de plata para el vallecaucano Hugo Mario Ruiz, con guarismo de 1:53:57 horas, por detrás del múltiple campeón nacional Carlos Javier Quinchará, y por delante de quien fue bronce, Eduardo Londoño, de Caldas.
Diana Castillo y su camino en el triatlón
A ella siempre le han gustado los deportes extremos, una inclinación que unida a su entrega, disciplina y excelencia la han llevado a dejar huella en el deporte regional y nacional. Diana Marcela Castillo, triatleta caleña de 26 años, una mujer entregada en cuerpo, alma y corazón al deporte desde los 10 años de edad.
En medio de risas y después de una ardua jornada de entrenamiento, Diana recuerda que fue su mamá la que prácticamente la obligó a incursionar en un deporte, acentuándole que la mejor opción era la natación; y fue desde esa corta edad cuando empezó en la escuela de formación y posteriormente cuando llegó a ser parte del club Delfines del Valle hasta los 19 años.
Luego llegó una lesión de hombro que la alejó de las piscinas, perdiendo forma y estado físico. Allí es cuando aparece en su vida Gustavo Pinilla, quien la invita a formar parte del club Tricali para entrenar triatlón.
Desde ese día Diana supo que había tomado una de las mejores decisiones de su vida, la cual más adelante la llevaría a ser la mejor del país, y una de las principales abanderadas de Colombia en el mundo.
“Hablar de triatlón es hablar de tranquilidad, me inspira vida. Aunque es un deporte de mucho movimiento, el hecho de hacerlo me da felicidad”, manifiesta Diana, a quien le costó trabajo en un principio adaptarse al ciclismo.
En la mezcla de nadar, hacer atletismo y rodar en bicicleta, esta última fue la más dura para la triatleta, pues nunca en su vida había montado y menos por tanto tiempo en una bicicleta.
“De correr sí sabía porque lo hacía por no engordarme”, recuerda Diana quien ha tenido grandes mentores en esta disciplina deportiva, entre ellos Carlos Franco y Jonathan Alzate.
Esta caleña quien es múltiple campeona nacional; medallista de bronce en Juegos Centroamericanos, triple campeona en Juegos Bolivarianos 2017 y enseñada a disputarse los primeros lugares en varias maratones internacionales, hoy agradece a Mireya Franco, esa mamá orgullosa por la cual es una atleta consagrada, además de una profesional graduada de la Escuela Nacional del Deporte.
Sin embargo, Diana Castillo, para llegar a este punto tuvo que trasegar por etapas de aprendizaje, levantar cabeza y demostrar su temple de ‘hierro’. No solo han sido lesiones o caídas, la más fuerte prueba de vida la tuvo hace pocos meses.
Diana a principio de este año perdió a su bebé, tras un embarazo por el cual se había alejado de las competencias en el año 2018, dedicada a su familia y con los nuevos aprendizajes que iba adquiriendo como “nueva mamá”; tuvo que enfrentarse a una pérdida que la sigue impulsando a luchar.
Ella no lo hace sola, la acompaña su esposo Edwin Sandoval, ciclista también consagrado del Valle del Cauca, quien ha sido ese compañero fiel que tanto le pidió a Dios, y quien fue una de las figuras de la delegación vallecaucana en los Juegos Paranacionales, al ser múltiple medallista en el paracycling tanto en pista como en ruta.
Juntos llevaron ese duelo, y actualmente saben que ese ángel los acompaña en sus corazones, motivándolos a ser los mejores. Como una familia celebraron el triunfo de Diana en el inicio de las competencias de triatlón; las lágrimas de emoción estuvieron presentes, pero también las de nostalgia, fundidos en un abrazo agradecieron a Dios y a ese ángel que los ve desde donde se encuentre en este momento.
Retomando trabajo rumbo al éxito
Tras la para de Diana algunos meses por el embarazo, retomó su preparación casi ‘todo terreno’ para estar lista para la cita de los Juegos Nacionales Bolívar 2019, donde no solo espera ganarse la de oro en la prueba standard, sino estar a punto en la sprint y la de relevos.
En las justas nacionales del año 2012 tuvo una fractura de tobillo, en las del 2015 obtuvo medalla de plata, por eso este año espera la revancha dorada que la catapulten como la mejor triatleta de Colombia en la rama femenina.
Este deporte es su pasión, supo adaptarse rápidamente y se fortalece contando con el apoyo de Indervalle, del Ministerio del Deporte y de varias empresas privadas que ha logrado seducir gracias a su talento.
Junto a su parte deportiva, Diana también saca espacio para pasar tiempo de calidad en familia, junto a su esposo se deleitan tomando un buen café como ella dice: “Como un par de chochitos”, comiendo pizza, viendo televisión y jugando con sus dos hijas de cuatro patas, ‘Riga’ y ‘Naira’, nombres que llevan en honor a Rigoberto Urán y Nairo Quintana.
“Caer hace parte del éxito, no levantarse hace parte del fracaso, tú decides”, es la frase con la cual se identifica esta vallecaucana que hace parte del selecto grupo de atletas que representan al departamento en los Juegos Nacionales.